Elizabeth Rodríguez Lezama
Tehuacán. José Othón Bailleres Carriles, presidente de la Gran Comisión del Congreso del estado, salió en defensa de las reformas que la Legislatura poblana hizo a la Constitución estatal que impidió la despenalización del aborto, medida que a su parecer no resulta lesiva para las mujeres porque les permite interrumpir un embarazo en cuatro circunstancias específicas, señala la Jornada de Oriente.
Al rendir su informe de actividades como diputado local por Tehuacán y como presidente de la Gran Comisión del Congreso del estado, Bailleres Carriles, defendió las reformas recién hechas a la constitución del estado con lo que se cerró el paso a la despenalización del aborto, entre otros asuntos más que han valido serias críticas de organizaciones civiles, hasta internacionales.
Resaltó que hay cuatro circunstancias específicas en las que el Código de Defensa Social permite recurrir al aborto, mismas que son las únicas válidas, para el diputado, en las que una mujer podría exigir que se interrumpa un embarazo.
Durante la entrevista en que fue cuestionado sobre el tema no dio ninguna opción para impedir que se continúe con la práctica de abortos clandestinos que llegan a provocar la muerte de cientos de mujeres, anualmente.
A decir de Bailleres Carriles, el fondo del asunto es de cultura y educación, y dijo que la legislatura que encabeza tiene ahora la tarea de adecuar la norma federal 46 a las circunstancias legales de Puebla.
Indicó que hay un exhorto en la misma ley en su artículo 26, fracción tercera, donde se da la opción a la mujer de planear de forma libre, responsable e informada el número de hijos que desea procrear.
Recurrió después al argumento de que existe una gran variedad de anticonceptivos cuyo uso permite evitar los embarazos no deseados, de modo que, según Bailleres Carriles, ahí está otra opción que tienen las mujeres para no tener que recurrir al aborto.
Lo que el diputado cree es que con campañas gubernamentales de planificación familiar se puede también disminuir el número de abortos clandestinos, pero reconoció que no hay modo de conocer a ciencia cierta cuántos de éstos se realizan, pues aceptó que hay mujeres que ni siquiera recurren a un médico sino que con métodos rudimentarios intentan provocarse un legrado, lo que pone en riesgo su vida.
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