Kara Castillo
En una habitación de la Corporación Auxiliar de la Policía de Protección Ciudadana, Dalia Patiño, reportera de esta casa editorial fue hostigada, amedrentada y cuestionada por el comandante Jorge Morgado Nava y 4 sujetos más, por haber solicitado a la Unidad de Transparencia ‘el número de contratos de servicios de seguridad por parte del gobierno estatal y los montos de cada uno de ellos durante 2008 que se establecieron en la corporación de la policía auxiliar’, así lo denunció el pasado fin de semana ante la Comisión de Derechos Humanos de esta ciudad.
Sucedió la pasada semana cuando fue a recoger la respuesta a su petición de información al módulo de transparencia de la Corporación; Lilia Carreón Álvarez, responsable del departamento de comunicación quien después de hacerle esperar en la antesala en lugar de llevarla a la oficina correspondiente la condujo a una habitación en la que la esperaban el director de la corporación, así como otros tres sujetos más.
La encargada de prensa salió de la habitación dejando a la reportera sentada frente al capitán, dos hombres más de pie los rodeaban, uno de ellos colocado en el ancho de la puerta con el brazo extendido en el muro de la misma obstaculizaba la entrada y salida, así comenzó el interrogatorio que se prolongaría aproximadamente por 20 minutos.
“Lilia salio de la habitación luego de indicarme dónde me sentara, cuando me di cuenta estaba rodeada por esos sujetos y enfrente el director de la corporación me preguntó “Ah, eres tú la que pidió la información?” ¿Cómo para qué la quieres?” No, no, explícame para qué vas a utilizar estos datos?” “No es que no quiera dártelos, es que no veo sentido”, describió la reportera, quien cubre la fuente de política para el diario Puntual.
Durante el interrogatorio siguió un intercambio de palabras que subía de tono: “le expliqué que teníamos derecho a conocer esos datos. Intercambiamos ideas y conceptos sobre la transparencia y la obligación por ley a la que están sujetos todos los organismos, pero no había diálogo, el director más molesto volvía a los mismos cuestionamientos ”.
El diálogo se interrumpió cuando Jesús Encinas Sánchez, encargado del área de Unidad de Acceso a la Información Pública, UDAPI entró a la habitación para explicarle que sus dos peticiones habían sido respondidas parcialmente pues una de ellas se encontraba en estatus de Reservada.
“Cuando entró él, se dio cuenta de lo que pasaba, y cuando me iba a mostrar la respuesta los papeles le fueron arrebatados por el capitán: “a ver qué le vas a dar?”. Después de devolvérselos, Jesús me dijo que lo acompañara a su oficina pero uno de los hombres que estaban en la habitación, señaló, “Y le pides sus datos, que nos deje su dirección y la copia de su identificación”.
“Me negué a dar mis datos, la nueva disposición legal así lo marca, el encargado de la UDAPI lo confirmó. Cuando me incorporaba para salir, el capitán Morgado en tono terminante dijo “No, ve tú, ella aquí se queda” señaló la reportera en su relato a Guillermina Jaramillo, personal de la CNDH, quien levantó la queja.
Y así fue. Todos acataron la orden. El interrogatorio continuó aún más álgido que antes: “¿Es que no entiendes que no podemos darte esta información?”, “¿De verdad no entiendes?” ¿Qué pretendes, que te digamos las empresas que no están custodiadas para que sean vulnerables a los ladrones?” “Es como si te pidiera que me dijeras tus fuentes?”. “¿Acaso yo voy a tu periódico para exigirte información?” “A ver, dime quién patrocina a tu periódico?”, cuestionaba el capitán Morgado.
“Usted puede formular una petición de información y saberlo”, contestó Dalia y la respuesta le irritó más.
El cuestionamiento terminó cuando entró la encargada de prensa nuevamente a la habitación, situación que Dalia aprovechó para salir y ya en la calle, Carreón le ofreció la disculpa “Perdona, es que el capitán no sabe tratar a la prensa” y hasta entonces, luego del incidente, le condujo hasta la unidad de Udapi para que finalmente fueran entregadas las respuestas impresas.
Hasta el último momento, cuando abandonó el edificio, Dalia refiere que estuvo bajo la vigilancia de los sujetos que habían presenciado el interrogatorio.
“Sé que vulneraron mis derechos, me sentí hostigada en mi trabajo periodístico. Me amedrentaron” acotó.
Dalia Patiño realizaba una investigación sobre la policía auxiliar que pide cooperación casa por casa. Cabe señalar que luego de una entrevista con el director de la corporación, el capitán Morgado, los vacíos en su información la obligaron a realizar dos peticiones de información a la Comisión de Acceso a la Información Pública.
La primera solicitaba el marco jurídico y legal de la institución, que fue respondida con copias del Periódico Oficial de la Federación.
Y Con el folio 2009-000130, Dalia registró la segunda pregunta “ Cuántos contratos de Servicios de Seguridad y los montos de cada uno de ellos, en 2008 se establecieron en la corporación de la policía auxiliar” esta información, asegura el organismo, está reservada.
Contrasta el criterio para reservar la información, pues en el mismo periodo, a la Secretaría de Cultura con el folio, 2009-000129, Dalia preguntó “¿Cuántos recursos económicos invirtió la Secretaría de Cultura en los servicios de Seguridad para el Festival Internación Puebla 2008?”
“Fueron 209 mil 500 pesos los que se pagaron a la Corporación Auxiliar de la Policía de Protección Ciudadana”, fue la respuesta, sin sobresaltos.
Cabe resaltar que en su página en internet, la Corporación policíaca exhibe su lista de clientes, los que incluso aparecen con su logo comercial, así el argumento que el capitán Morgado esgrimió, en referencia a la confidencialidad por seguridad de las instituciones se viene abajo.
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