El gobernador Mario Marín Torres reveló que en el marco de la sucesión electoral y de su gobierno él lleva la batuta porque no hay “nada como ganar”.
Haciendo un símil con el futbol, Marín Torres, luego de la goliza de 16-0 propinada al equipo de reporteros y funcionarios de la PGJ, abordó el tema de la sucesión en Casa Puebla. Sudoroso, Marín, quien falló un penal en el partido de futbol de este sábado con la casaca número 10, comparó su gusto por el balompié con su pasión por la política.
“No hay nada como ganar, ¿no? Siempre hay que ganar. El ánimo de la victoria siempre se debe imponer”, dijo Marín.
La revelación del gobernador poblano —quien a decir de varios analistas conduce de manera ortodoxa el proceso de la sucesión en Casa Puebla— provino de una conversación sobre los gustos futbolísticos de Marín Torres, quien juega futbol con sus allegados los miércoles y los domingos en la cancha de pasto sintético de Casa Puebla. La plática de futbolística devino en política.
—¿Esa es su posición? —se le interrogó al mandamás estatal.
—De la media hacia adelante. Sí, esa es la posición que juego. Me gusta dar —hizo una pausa— me gusta repartir juego, no sé por qué— una sonrisa pícara se dibujó en el rostro del “jefe político” quien terminó por carcajearse.
Ante la insinuación política, se le preguntó al gobernador poblano:
—¿Eso tiene que ver con la política?
—Claro, claro —respondió —y confirmó su dicho— a mí me gusta repartir el juego.
Las declaraciones del gobernador se dieron este fin de semana luego del abrupto golpeteo y las comidas circunstanciales entre los aspirantes a Casa Puebla: Javier López Zavala, Enrique Agüera Ibáñez, Enrique Doger Guerrero, Blanca Alcalá Ruiz y Jorge Estefan Chidiac.
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