Expertos auguran intensa medición de poder por LyF
Hay una disputa de dos polos y será definitoria para el futuro del país, dicen
Académicos y analistas advierten que el conflicto por la liquidación de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) y la eventual extinción del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) ha llevado al gobierno federal y a la izquierda mexicana, en especial a la más radical, a una “intensa medición de fuerzas” que será definitoria para el futuro del país.
Los especialistas del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM Lorenzo Córdova y John Ackerman y el ex secretario del Trabajo y diputado del PT Porfirio Muñoz Ledo advierten que existe una clara confrontación entre dos polos políticos e ideológicos de donde surgirán definiciones históricas.
Los politólogos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) Mauricio Merino y de El Colegio de México Sergio Aguayo coinciden en que el presidente Felipe Calderón ha desafiado a la izquierda mexicana con la mala operación política en el proceso de liquidación de LyFC y su disputa con el Sindicato Mexicano de Electricistas.
Alfonso Zárate, analista político y director general de Grupo Consultor Interdisciplinario, asegura que la de hoy será una marcha importante, pues al final de cuentas participarán en esta manifestación muchas organizaciones que tienen gran capacidad para expresarse en la plaza pública y habrán de darse decisiones al término de esta movilización respecto a las siguientes acciones del SME.
La izquierda radical
Lorenzo Córdova advierte que la izquierda mexicana en su conjunto reaccionó en apoyo al SME y en rechazo a la decisión del gobierno federal, pero puso énfasis en que ha sido el sector más radical y antigubernamental el que ha proporcionado su apoyo incondicional a los trabajadores electricistas.
“Ha sido un apoyo muy variado… Hay muchas izquierdas y se ha demostrado en el distinto grado de respaldo al SME. Hay quienes lo apoyan incondicionalmente, porque son los que están confrontados con el gobierno, hay otros que han condenado la decisión gubernamental y que han enfatizado en la necesidad de reflexionar sobre la definición del gobierno sobre la política laboral.
“Hay que tener mucho cuidado en hacer un juego, que ha estado alimentando en buena medida el gobierno, que es el juego de buenos y malos porque en una sociedad tan compleja como ésta no hay buenos y malos… No hay una clara izquierda que abrace al SME y apoye al gobierno, pero sí una clara unión de la izquierda frente a una decisión autoritaria del gobierno”, puntualiza el experto.
John Ackerman opina: “Éste es un momento crucial, es una prueba histórica para ver una medición de fuerzas. Es un intento de Felipe Calderón de desquitarse de la derrota que sufrió por la reforma electoral al no lograr la reforma que quiso… Tuvo una clara derrota en materia paraestatal y hoy quiere demostrar su mando”.
Porfirio Muñoz Ledo sostiene que “hay una clara medición de fuerzas que será definitiva para el futuro del país”. Asegura que el gobierno federal quiere polarizar a la sociedad al levantar a la clase media contra los trabajadores electricistas en lucha.
Denuncian línea franquista
Asegura que el PAN y el gobierno federal aplican actos fascistas con actitudes franquistas. “No hay una sola acción del gobierno federal (sobre el conflicto del SME y la liquidación de la Compañía de Luz) que sea legal”, acotó.
Mauricio Merino, doctor en Ciencia Política por la Universidad Complutense de Madrid, asegura que la reacción del gobierno federal ha generado una polarización política en los sectores sociales y de izquierda.
“Estamos en un momento político muy delicado para el país y todos aquellos que tienen opiniones encontradas con el gobierno de la República las van a expresar a partir de este momento. Sabemos cómo empiezan los problemas, pero no cómo terminan”, señala.
“Vamos a vivir días muy revueltos. Lo que me preocupa es que esto pueda ser el principio de una larga serie de manifestaciones que reúna todos los agravios y problemas, como la crisis económica, las dificultades en materia política electoral (de las elecciones de 2006) y la falta de expectativas por del desempleo. Todo eso sumado genera un ambiente de encono”, dice.
Sergio Aguayo agrega que la marcha de este jueves es una respuesta de la izquierda mexicana al “desafío” de Felipe Calderón. “Este jueves será un día importante, en el cual podría desencadenarse un movimiento social bajo el pretexto del desafío lanzado por Felipe Calderón con LyFC”.
El profesor-investigador señala que guardando toda proporción el movimiento del 68 empezó entre el enfrentamiento de una preparatoria privada y una pública.
“No quiero decir que esto sea lo mismo, pero ya había una efervescencia y una irritación de las organizaciones de izquierda contra Calderón; en consecuencia este desafío —porque la forma en que presentó al sindicato como el depositario de todos los males de la Luz y Fuerza y guarda silencio sobre la responsabilidad de la empresa— es una provocación”.
Para el analista político Alfonso Zárate la participación en la marcha del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador se enmarca en una constante de confrontación con el régimen. Se trata, afirma, de un núcleo que tiene amplias bases sociales y “se ha propuesto tensar la cuerda y generar condiciones de ingobernabilidad que pudieran llevar a una decisión drástica”.
En este caso, continuó, el grupo de López Obrador usa a su modo el conflicto de LyFC. “Así como (López Obrador) participará en éste, lo hará en cualquier otro que le permita ser actor protagónico. Lo hará en cualquier protesta contra Felipe Calderón”.
Señaló que otros dirigentes sindicales que apoyan al Sindicato Mexicano de Electricistas tienen sus propios intereses de fondo, pues lo principal es que quieren “poner sus barbas a remojar” al definir su propia capacidad para manejar libremente las finanzas y los recursos de su sindicato. “Una defensa del SME, es una defensa de los propios sindicatos aliados con este”, dice Zárate.
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