Culpan al gobierno del asesinato de hijo de disidentes magisteriales
ARTURO ALFARO GALÁN
Rigoberto Ortiz Martínez, director de la Escuela Secundaria General “Benito Juárez”, del municipio de Huauchinango, padre de Lenin Ortiz Betancourt, el joven de 21 años que fue asesinado la noche del martes con 14 impactos de bala en esta localidad consideró que el gobierno del estado es el responsable de la muerte de su primogénito, luego de que desde hace un año su familia completa se ha sumado al movimiento del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP), que pugna por cancelar la aplicación de la Alianza por la Calidad en la Educación en la entidad.
En tanto, versiones extraoficiales de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) señalaron que el móvil se conduce bajo tres líneas de investigación: uno del tipo sentimental, por problemas personales con policías municipales y otra más por un percance automovilístico que sufrió hace dos años.
Ante ello, los deudos acusaron que la familia Ortiz Betancourt y los profesores “incómodos al charrismo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)” han recibido amenazas directas del jefe de la dirección de Telesecundarias Federales de Huauchinango, Catarino Rosales, y del supervisor de secundarias de la zona, Gilberto Hernández Gracilazo.
“Han hecho públicos sus señalamientos de arremeter en nuestra contra, de cometer represión a un movimiento pacífico, porque han señalado directamente que a nosotros los que pertenecemos al movimiento democrático nos van a chingar uno por uno y donde más nos duele. Y esto es una muestra de lo que sucede en todo el estado”, afirmó Rigoberto Ortiz Martínez.
De acuerdo con la averiguación previa 749/2009/HUAU, el joven Lenin Ortiz Betancourt salió de su casa la noche del pasado martes 10 de noviembre con el pretexto de reunirse con uno de sus amigos en el zócalo de Huauchinango; sin embargo, no volvió.
Horas más tarde, sus padres Mónica Betancourt Rodríguez, secretaria de conflictos y del trabajo de la sección democrática 23 del SNTE, y Rigoberto Ortiz, fueron enterados por la elementos de la Policía Ministerial que el cuerpo de su hijo había sido hallado el mediodía de este miércoles, en un paraje de la localidad de Naupan –al norte de Huauchinango – con el impacto de 14 balas sobre su cuerpo, una de ellas en la cabeza.
En tanto, la PGJ informó mediante un boletín de prensa que al menos “tres personas tuvieron contacto directo con el hoy occiso durante la noche anterior a su fallecimiento”, por lo que no descartaron ordenar el arraigo en contra de posibles responsables.
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