El desastre carretero de Eloxochitlán dejó ya en entredicho la administración pública estatal y exhibe ahora el grado de corrupción que priva en el estado.
El Universal le dedica hoy su editorial: "Lejos de ser un mero accidente de la naturaleza, detrás del alud en la Sierra Negra de Puebla, que sepultó a 32 personas dentro de un autobús de pasajeros, hay una oscura trama de irresponsabilidad oficial, desidia y corrupción en la obra pública del estado, y hasta de cinismo por parte del gobernador Mario Marín.
No era la primera vez que ocurría un deslizamiento desde que la carretera comenzó a ser construida, en 2002. Fueron frecuentes deslaves y desgajamientos, incluso dos semanas antes de la tragedia, pero las quejas de los vecinos no se atendieron.
Treinta y dos poblanos, muchos de los cuales iban a cobrar 350 pesos del Programa Oportunidades, de auxilio social, perdieron la vida en una fa tídica mañana, cuando parte de la Sierra Negra se desgajó."
El diario nacional también dedica su nota de ocho columnas, como lo hizo este lunes, a Edgar Nava, el constructor favorito de Marín en un contrato sin licitación: "La construcción de la carretera en la que el miércoles pasado un autobús con más de 30 personas quedó sepultado a causa del deslave de un cerro, se asignó, sin licitar, al que es considerado el constructor “favorito” del gobierno de Puebla"
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