Desprestigiado como pocos ante la difusión de sus conversaciones telefónicas con el empresario Kamel Nacif, el gobernador de Puebla, Mario Marín, puso en marcha en abril de 2006 una costosa campaña mediática para tratar de paliar el escándalo, que incluyó la difusión en televisión de más de 5 mil 600 cápsulas del informativo oficial Avances y el pago de al menos mil 700 spots en las estaciones repetidoras de Televisa y Televisión Azteca.
Eso sin contar, por supuesto, con las 15 mil cápsulas transmitidas en al menos 10 radios locales y los 21 millones de pesos erogados para que la entrega de los Premios Oye! se realizara en esta entidad. Todo un esfuerzo por tratar de contrarrestar los efectos del escándalo, en el que el gobernador de Puebla ha ganado tiempo, después de que la Suprema Corte de Justicia decidió posponer hace unos días la votación sobre el informe que recomendaba hacer juicio político a Marín Marín por haber participado en las acciones para violar las garantías individuales de la periodista Lydia Cacho
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