El pasado 21 de mayo se celebró el Dia Mundial de la Diversidad Cultural. La rápida expansión mundial de las industrias culturales de Occidente -especialmente las anglosajonas- en el contexto económico de la globalización, no sólo dificulta la competencia a los productos de naciones menos desarrolladas en este sector sino también la modificación de sus imaginarios sociales.
Dada la gran inversión que requieren los productos audiovisuales, las naciones con menos recursos optan por importar los anglosajones para evitar el handicap de una competencia desigual así como para reducir de gastos, provocando una disminución de las cuotas de producción nacional.
Así, si a priori, la entrada de nuevos imaginarios procedentes de los productos culturales de unas regiones a otras se puede considerar una fuente de enriquecimiento, a la práctica, las consecuencias que se evidencian son nuevas formas de dominación cultural.
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