8º DIA MUNDIAL DEL REFUGIADO: REPORTEROS SIN FRONTERAS
PIDE A LOS ESTADOS MIEMBROS DE LA UNION EUROPEA
QUE SE MOVILICEN PARA PROTEGER A LOS PERIODISTAS REFUGIADOS
La organización propone un encuentro con periodistas refugiados, el 20 de junio de 2008 en sus locales.
Cuando faltan poco días para el 20 de junio de 2008, Día Mundial del Refugiado, Reporteros sin Fronteras pide a la comunidad internacional que adopte disposiciones específicas para proteger a los periodistas que se ven obligados a huir de sus países, después de haber sido atacados o amenazados en el ejercicio de su trabajo. Desde el comienzo del año 2007 la organización ha ayudado a 140 profesionales de la información, esencialmente en Africa y Oriente Medio, obligados a abandonar trabajo y familia para emprender el camino del exilio.
Algunos han encontrado un refugio provisional en los países vecinos, donde esperan protección internacional; otros han presentado demandas de asilo en Europa, o en América del Norte."Nos sentimos extremadamente preocupados al constatar que las represalias de gobiernos y grupos criminales, religiosos o políticos, se ensañan con tantos profesionales de los medios de comunicación. Algunos países como Eritrea, Somalia, Irak, Irán o Sri Lanka se vacían de periodistas, desembarazándose al mismo tiempo de testigos molestos para el poder.
La mayoría abandonan precipitadamente su país en condiciones muy peligrosas, viajando de noche, a veces incluso cruzando la frontera a pie o escondiéndose en vehículos improvisados. Con frecuencia buscan refugio en países limítrofes con la esperanza, tantas veces ilusoria, de ponerse a buen recaudo de las persecuciones", ha subrayado Reporteros sin Fronteras.El Día Mundial del Refugiado tiene que permitir devolver la palabra a esos hombres y mujeres desarraigados en busca de un lugar seguro. El exilio no puede ser la victoria de los opresores, reduciendo a los periodistas al silencio. Por eso, Reporteros sin Fronteras ofrece un encuentro con periodistas refugiados en Europa, el próximo 20 de junio en sus locales, a fin de que puedan dar testimonio de sus experiencias.Los periodistas que asistirán son los siguientes:-Than Win Htut (Birmanie)-Massoud Hamid (Syrie)-Jesus Zuñiga (Cuba)-Lucie Umukundwa (Rwanda)-Ahmed Al Allef (Irak)
-Merid Estifanos (Ethiopie)"La larga espera en las oficinas del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la casi sistemática negativa de las embajadas occidentales a entregarles visados, obligan a una gran mayoría de estos periodistas a engrosar, con peligro de sus vidas, las redes de la emigración ilegal. Es imperativo que los gobiernos occidentales y el ACNUR pongan en marcha procedimientos de entrada protegida y programas de reinstalación de urgencia. Los que llegan a Europa son acogidos de forma muy desigual. Destinos como Suecia o Francia son más favorables a los periodistas, entre otras cosas gracias a la Casa de los Periodistas de París o a dispositivos de acogida satisfactorios. Pero otros países no ofrecen esas mismas condiciones de acogida y apoyo jurídico", ha añadido la organización que ha pedido al gobierno francés que, durante su presidencia de la Unión Europea, aliente la adopción de una política de asilo comunitaria, estableciendo disposiciones específicas para los defensores de la libertad de expresión.Un periodista eritreo, refugiado en la capital sudanesa, ofrece el testimonio de su desesperación:
"Desde hace varios meses me escondo en Jartum, donde he alquilado una habitación porque existe menos riesgo de que me secuestren las fuerzas de seguridad eritreas, presentes aquí. Pero no tengo recursos y comer tres veces al día se ha convertido en un lujo. Me escapé de la cárcel, de las iras del poder, pero nunca había tenido dificultades económicas. Ahora me siento atrapado, lejos de mi casa, frente a problemas sin precedente".
Su sufrimiento es como un eco del de un colega iraní, aislado en Turquía: "Con dos hijos, he esperado durante 23 meses una decisión que me permitiera salir de Turquía. Durante ese tiempo no podía hacer nada, ni mi trabajo ni cumplir con los deberes para con mi familia. Hubo momentos en que deseaba entregarme a mis torturadores. Al menos, en la cárcel no tenía tan mala conciencia".
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viernes, 20 de junio de 2008
martes, 17 de junio de 2008
Amenazan a Fatima Monterrosa por su investigación en Tlaxcala
Fátima Monterrosa, periodista de investigación para la Revista MX, ha sido objeto de amenazas tras publicar en un artículo titulado "Un Virreynato llamado Tlaxcala".
Dicho texto pone al descubierto una serie de anomalías en la administración del gobierno estatal de Tlaxcala.
El trabajo de Fátima Monterrosa es ampliamente conocido por la comunidad periodística en México, habiéndose desempeñado como corresponsal de diversos medios escritos y electrónicos a nivel nacional.
Durante varios años dio cobertura al alzamiento y la situación de los pueblos indígenas en Chiapas y otros temas relacionados con la pobreza pero su especialidad es el reportaje de investigación sobre temas de corrupción y acceso a la información.
El pasado 21 de mayo obtuvo el Premio Nacional de Periodismo por su trabajo "Corrupción en el Estado Mayor Presidencial", en la categoría de Transparencia y Acceso a la Información.
En el reportaje "Un Virreynato llamado Tlaxcala", Monterrosa pone al descubierto una supuesta serie de inversiones financiadas con recursos públicos de Tlaxcala.
Durante entrevista con ARTICULO 19, Monterrosa refiere desde el mes de marzo hasta la fecha ha sido víctima de actos intimidatorios como la presencia de automóviles sin placas o identificación visible en las inmediaciones de las oficinas de la revista para la que trabaja.
El 10 de julio el portal de noticias e-Consulta publicó una nota titulada "Revista Eme Equis está por publicar un nuevo reportaje, con temas inéditos", días después apareció el siguiente mensaje en el apartado de comentarios: "te vamos a matar fatima ni vas a saber donde por andar jugando con personas equivocadas". (sic)
Para ARTICULO 19 y el Colectivo por la Transparencia las amenazas en contra de las y los periodista reproducen y promueven el clima de autocensura y falta de información de interés público presente en el México.
Cabe mencionar que la gran mayoría de las agresiones físicas en contra de periodistas tienen como precedente una acción intimidatoria de este tipo. Las y los periodistas que ejercen el derecho de acceso a la información pública cumplen una función esencial en los sistemas democráticos al proveer de información de interés público para que las personas puedan tomar decisiones libres, autónomas e informadas.
"La censura de una mujer periodista, resulta en un doble agravio para la sociedad ya que afecta su derecho a informarse y a la posibilidad de enriquecer el debate público con la perspectiva y conocimiento producto de la participación equitativa de las mujeres en el libre flujo de informaciones y opiniones."
Dijo Dr. Agnès Callamarde Directora Ejecutiva de ARTICLE 19 ARTICULO 19 y el Colectivo por la Transparencia condena los hechos y expresa su solidaridad con Fátima Monterrosa. Al mismo tiempo hacen un llamado al Estado mexicano para que investigue de manera efectiva para que los autores materiales e intelectuales sean castigados.
Dicho texto pone al descubierto una serie de anomalías en la administración del gobierno estatal de Tlaxcala.
El trabajo de Fátima Monterrosa es ampliamente conocido por la comunidad periodística en México, habiéndose desempeñado como corresponsal de diversos medios escritos y electrónicos a nivel nacional.
Durante varios años dio cobertura al alzamiento y la situación de los pueblos indígenas en Chiapas y otros temas relacionados con la pobreza pero su especialidad es el reportaje de investigación sobre temas de corrupción y acceso a la información.
El pasado 21 de mayo obtuvo el Premio Nacional de Periodismo por su trabajo "Corrupción en el Estado Mayor Presidencial", en la categoría de Transparencia y Acceso a la Información.
En el reportaje "Un Virreynato llamado Tlaxcala", Monterrosa pone al descubierto una supuesta serie de inversiones financiadas con recursos públicos de Tlaxcala.
Durante entrevista con ARTICULO 19, Monterrosa refiere desde el mes de marzo hasta la fecha ha sido víctima de actos intimidatorios como la presencia de automóviles sin placas o identificación visible en las inmediaciones de las oficinas de la revista para la que trabaja.
El 10 de julio el portal de noticias e-Consulta publicó una nota titulada "Revista Eme Equis está por publicar un nuevo reportaje, con temas inéditos", días después apareció el siguiente mensaje en el apartado de comentarios: "te vamos a matar fatima ni vas a saber donde por andar jugando con personas equivocadas". (sic)
Para ARTICULO 19 y el Colectivo por la Transparencia las amenazas en contra de las y los periodista reproducen y promueven el clima de autocensura y falta de información de interés público presente en el México.
Cabe mencionar que la gran mayoría de las agresiones físicas en contra de periodistas tienen como precedente una acción intimidatoria de este tipo. Las y los periodistas que ejercen el derecho de acceso a la información pública cumplen una función esencial en los sistemas democráticos al proveer de información de interés público para que las personas puedan tomar decisiones libres, autónomas e informadas.
"La censura de una mujer periodista, resulta en un doble agravio para la sociedad ya que afecta su derecho a informarse y a la posibilidad de enriquecer el debate público con la perspectiva y conocimiento producto de la participación equitativa de las mujeres en el libre flujo de informaciones y opiniones."
Dijo Dr. Agnès Callamarde Directora Ejecutiva de ARTICLE 19 ARTICULO 19 y el Colectivo por la Transparencia condena los hechos y expresa su solidaridad con Fátima Monterrosa. Al mismo tiempo hacen un llamado al Estado mexicano para que investigue de manera efectiva para que los autores materiales e intelectuales sean castigados.
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jueves, 12 de junio de 2008
Reporteros, por indagar al narco, pese a criminales, bajos salarios y corrupción
Javier Valdez Cárdenas (Enviado) La Jornada
Lima, 10 de junio. Pese a amenazas, bajos salarios y el poder de corrupción del narcotráfico, así como la complicidad de gobiernos hacia el crimen organizado, los reporteros deben seguir investigando sobre el narco y traspasar los velos de hipocresía y mentira oficial, con integridad, coraje e imaginación, afirmaron periodistas de Perú, Colombia, México y Brasil, presentes en Lima en un seminario sobre periodismo y narcotráfico.
Señalaron que la violencia, corrupción e impunidad se han incrementado en México, Brasil y Colombia, además de que la gran capacidad financiera del narcotráfico le permite cooptar a policías, periodistas y directivos de medios de información, pero aun así es posible informar sobre este fenómeno e investigar al respecto.
“Sí es posible el periodismo de investigación en estas circunstancias, a pesar de ellas, pero se necesita el respaldo de los medios, de sus directivos, de los reporteros del sitio para el que uno trabaja, pero también de la sociedad, que no debe dejar solos a los comunicadores”, señaló Miguel Ramírez, del diario peruano El Comercio.
Ramírez recibió el premio a la mejor investigación periodística, entregado por el Instituto de Prensa y Sociedad (IPS), que además organizó este seminario sobre Investigación Periodística del Narcotráfico en América Latina.
El gobierno, los militares y el poder político, agregó, insisten en mentir, ocultar y manipular información, como ocurre en Perú, donde las autoridades persisten en relacionar a los productores de coca con lo que queda de la extinta guerrilla de Sendero Luminoso.
Lucas Jiménez, del diario El Tiempo, afirmó que es difícil investigar cuando se recibe un salario de 250 dólares mensuales, y si los directivos de los medios están más interesados en la nota diaria.
“Pero vale la pena ser tercos e indagar, descubrir detalles que, reunidos, son grandes historias, como la década de la narcoguerra que se vive en parte de Perú y que no se trata debidamente por los medios de comunicación.
Gustavo Gorriti, presidente del IPS, aseguró que “hay que romper, traspasar los velos de hipocresía gubernamental, de fingimiento y mentira oficial, en torno a la lucha contra el narcotráfico… Hay que seguir con la cobertura periodística, seguir hasta donde se llegue, a diferencia de la policía, pues el periodista es, ante todo, un ciudadano que se debe no a los medios, sino a la sociedad”, comentó.
Sergio Machado, reportero del diario brasileño la Folha de Sao Paulo, recordó el caso reciente en el que paramilitares y ex militares torturaron en su país a dos periodistas, y dijo que de las 513 favelas que hay en Río de Janeiro, 75 por ciento están controladas por estos grupos delictivos, relacionados con el narco.
“Por un lado está el narco y por otro la milicia, con paramilitares, y la policía, que no tiene capacidad técnica, reprime, no está preparada y es corrupta”, manifestó.
Las corporaciones brasileñas, sostuvo, están coludidas con narcotraficantes de Paraguay, y a pesar de las denuncias periodísticas, no hay indagatorias de la policía ni detenciones.
Amaury Ribeiro, del Correio Braziliense, aseguró que de 5 mil operaciones financieras en su país, apenas 10 por ciento es rastreada por Hacienda.
Los mexicanos Ignacio Rodríguez, director de la revista Emeequis, y Sergio Haro, periodista del semanario tijuanense Zeta, coincidieron en que el narcotráfico ha permeado todas las esferas del país, y el gobierno, que emprende nuevas acciones contra los cárteles de la droga, involucrando a más efectivos militares, ha perdido la lucha contra el crimen organizado.
Ginna Morelo, reportera de El Meridiano, de Córdoba, Colombia, señaló que con los niveles de complicidad entre paramilitares y narcotraficantes, los niveles de temor y criminalidad no son menores, pero “con un poco de irresponsabilidad y de audacia hay que seguir contando lo que pasa, informándole a la gente”, dijo.
Hollman Morris, del programa Contravía, convocó a los reporteros a terminar con el prejuicio de que son delincuentes todos los campesinos que siembran hoja de coca en Colombia, difundido por el gobierno y algunos medios de comunicación; por el contrario, los productores no cuentan con la opción de otros cultivos ni con el apoyo gubernamental para modificar sus formas de vida y sustento.
Martha Soto, del matutino bogotano El Tiempo, llamó a no sembrar la desesperanza entre los reporteros, pese a las adversidades, y se pronunció por “colombianizar” otros países, a través de esquemas operados por periodistas de diferentes medios en este país, que realizan conjuntamente indagatorias sobre ejecuciones y emprenden acciones de defensa de comunicadores amenazados “para que no nos gane la democracia narcotizada”.
Lima, 10 de junio. Pese a amenazas, bajos salarios y el poder de corrupción del narcotráfico, así como la complicidad de gobiernos hacia el crimen organizado, los reporteros deben seguir investigando sobre el narco y traspasar los velos de hipocresía y mentira oficial, con integridad, coraje e imaginación, afirmaron periodistas de Perú, Colombia, México y Brasil, presentes en Lima en un seminario sobre periodismo y narcotráfico.
Señalaron que la violencia, corrupción e impunidad se han incrementado en México, Brasil y Colombia, además de que la gran capacidad financiera del narcotráfico le permite cooptar a policías, periodistas y directivos de medios de información, pero aun así es posible informar sobre este fenómeno e investigar al respecto.
“Sí es posible el periodismo de investigación en estas circunstancias, a pesar de ellas, pero se necesita el respaldo de los medios, de sus directivos, de los reporteros del sitio para el que uno trabaja, pero también de la sociedad, que no debe dejar solos a los comunicadores”, señaló Miguel Ramírez, del diario peruano El Comercio.
Ramírez recibió el premio a la mejor investigación periodística, entregado por el Instituto de Prensa y Sociedad (IPS), que además organizó este seminario sobre Investigación Periodística del Narcotráfico en América Latina.
El gobierno, los militares y el poder político, agregó, insisten en mentir, ocultar y manipular información, como ocurre en Perú, donde las autoridades persisten en relacionar a los productores de coca con lo que queda de la extinta guerrilla de Sendero Luminoso.
Lucas Jiménez, del diario El Tiempo, afirmó que es difícil investigar cuando se recibe un salario de 250 dólares mensuales, y si los directivos de los medios están más interesados en la nota diaria.
“Pero vale la pena ser tercos e indagar, descubrir detalles que, reunidos, son grandes historias, como la década de la narcoguerra que se vive en parte de Perú y que no se trata debidamente por los medios de comunicación.
Gustavo Gorriti, presidente del IPS, aseguró que “hay que romper, traspasar los velos de hipocresía gubernamental, de fingimiento y mentira oficial, en torno a la lucha contra el narcotráfico… Hay que seguir con la cobertura periodística, seguir hasta donde se llegue, a diferencia de la policía, pues el periodista es, ante todo, un ciudadano que se debe no a los medios, sino a la sociedad”, comentó.
Sergio Machado, reportero del diario brasileño la Folha de Sao Paulo, recordó el caso reciente en el que paramilitares y ex militares torturaron en su país a dos periodistas, y dijo que de las 513 favelas que hay en Río de Janeiro, 75 por ciento están controladas por estos grupos delictivos, relacionados con el narco.
“Por un lado está el narco y por otro la milicia, con paramilitares, y la policía, que no tiene capacidad técnica, reprime, no está preparada y es corrupta”, manifestó.
Las corporaciones brasileñas, sostuvo, están coludidas con narcotraficantes de Paraguay, y a pesar de las denuncias periodísticas, no hay indagatorias de la policía ni detenciones.
Amaury Ribeiro, del Correio Braziliense, aseguró que de 5 mil operaciones financieras en su país, apenas 10 por ciento es rastreada por Hacienda.
Los mexicanos Ignacio Rodríguez, director de la revista Emeequis, y Sergio Haro, periodista del semanario tijuanense Zeta, coincidieron en que el narcotráfico ha permeado todas las esferas del país, y el gobierno, que emprende nuevas acciones contra los cárteles de la droga, involucrando a más efectivos militares, ha perdido la lucha contra el crimen organizado.
Ginna Morelo, reportera de El Meridiano, de Córdoba, Colombia, señaló que con los niveles de complicidad entre paramilitares y narcotraficantes, los niveles de temor y criminalidad no son menores, pero “con un poco de irresponsabilidad y de audacia hay que seguir contando lo que pasa, informándole a la gente”, dijo.
Hollman Morris, del programa Contravía, convocó a los reporteros a terminar con el prejuicio de que son delincuentes todos los campesinos que siembran hoja de coca en Colombia, difundido por el gobierno y algunos medios de comunicación; por el contrario, los productores no cuentan con la opción de otros cultivos ni con el apoyo gubernamental para modificar sus formas de vida y sustento.
Martha Soto, del matutino bogotano El Tiempo, llamó a no sembrar la desesperanza entre los reporteros, pese a las adversidades, y se pronunció por “colombianizar” otros países, a través de esquemas operados por periodistas de diferentes medios en este país, que realizan conjuntamente indagatorias sobre ejecuciones y emprenden acciones de defensa de comunicadores amenazados “para que no nos gane la democracia narcotizada”.
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