El orgullo de mi nepotismo
El PRI en todo el país regresó a la añeja práctica de llevar a través del dedazo a los familiares de gobernadores y jerarcas priistas al Congreso de la Unión. La participación electoral como derecho de sangre, la familia como máquinaria para retener el poder.
De regreso a Puebla; como en los viejos tiempos del PRI, en la Puebla Preciosa surge el "orgullo de mi nepotismo", con el registro de la hermana del góber precioso, Julieta Marín Torres.
El evento central de los medios locales este fin de semana fue la inscripción de los precandidatos del PRI a una diputación: cada medio demostró su capacidad periodística (o más bien su cercanía con el poder estatal) revelando sus propias listas de aspirantes.
Pero la estrecha relación entre el Partido y el Estado también es exhibida, cuando los precandidatos acuden a las instalaciones del Instituto para la Competitividad a recibir asesorías y cursos produciendo la denuncia de los grupos de oposición y el llamado de atención de Gobernación que días antes había anunciado que el gobierno estatal se mantendría al margen del proceso electoral.
En W Radio, la hermana del gobernador, entrevistada por el periodista Carlos Puig, defiende su derecho a participar más allá de los rasgos filiales:
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